Realmente el cerebro de todo, cuando nos referimos a The Walking Dead, es claramente Robert Kirkman, pero si vamos a concretar en la serie de AMC, debemos referirnos a los que han llevado el timón de ésta en sus, hasta ahora, cuatro temporadas. Es decir, los Showrunner’s .

La ficción de la cadena norteamericana ha tenido nada más y nada menos que tres Showrunner’s, y aunque ninguno era ajeno al trabajo de sus predecesores, pues eran ya parte del equipo técnico antes de tomar el mando, sí han dejado su huella personal y particular en las temporadas que estuvieron bajo su supervisión.

Comenzamos con Frank Darabont, quien es el causante de que la historia pasara del cómic a la pequeña pantalla. Él fue Showrunner durante la primera temporada y también colaboró en parte de la segunda, hasta que fue despedido por la cadena en mitad de la producción. Aún se está peleando con AMC en los tribunales, porque la cosa no acabó precisamente de forma amistosa.

Para muchos Darabont ha sido el mejor Showrunner que ha tenido la serie, pues suya es la magnífica primera temporada, que tan satisfechos nos dejó a los fans. Él se encargó de presentarnos a los personajes y ese universo apocalíptico plagado de caminantes, pero donde no podemos olvidarnos de los vivos. Algo que destacaría de su etapa; primero por ser arriesgado y segundo porque creo que le salió muy bien, y que es una de las mejores cosas que tiene la serie; es la incursión de personajes nuevos, completamente originales y desconocidos para los lectores del cómic. No me refiero a Jenner o los Vatos, sino a personajes con un desarrollo continuado que tuvieran cierta importancia en el grupo y que suenan por completo nuevos, como los Dixon o T-Dog.

Hasta el momento no hay ningún otro personaje original, que no tome el nombre o rol de uno del cómic, con tanto peso como Daryl. Cuyo personaje escribió e introdujo Darabont para ser interpretado por Norman Reedus.

Por desgracia para muchos, y como ya comentábamos, las relaciones entre Darabont y AMC no terminaron del buenas maneras y el director abandonó la serie durante la segunda temporada, dejando la batuta a Glenn Mazzara. Dado que, la autoría de la segunda temporada no se le puede dar por completo a Mazzara, pasemos a la tercera, en la cual él sí que tuvo completo poder como Showrunner desde el minuto uno.

En comparación con la anterior temporada la tercera supo combinar y equilibrar, en un principio, muy bien las partes de acción y la amenaza de los caminantes —un reclamo de los fans en la segunda temporada—, con las de diálogo y desarrollo de personajes. Y digo en un principio porque, algo en lo que tal vez falló Mazzara fue en introducir personajes y no desarrollarlos; además siendo personajes del cómic que, poco o mucho, eran conocidos y relevantes.

Si bien los presos no llegaron a la midseason, tuvieron su función, clara y visible. Pero con la llegada de Tyreese y Sasha también llegaron otros conocidos del cómic, Allen, Donna y Ben; los cuales apenas tuvieron un desarrollo claro, ejemplo de ello es Donna; que sólo apareció para morir. Y, a día de hoy, re-visionando la temporada me siguen quedando dudas sobre ciertas insinuaciones que Allen hace sobre la relación de Tyreese y su esposa, que jamás se llegaron a clarificar del todo.

No mencionaré la muerte de Andrea, pues es un tema del que ya se ha escrito mucho haciendo referencias al papel que Mazzara tuvo en esa decisión. Pero el caso es que, antes de finalizar la temporada y al anuncio de la renovación de una cuarta, también se anunció la salida de Mazzara como Showrunner.

Ésto nos lleva hasta el Showrunner actual, Scott Gimple. El cual había escrito guiones para la serie desde la segunda temporada, y además es un reconocido lector y fan del cómic. Y se nota, sobre todo si observamos los guiños que se han hecho en esta cuarta temporada a la novela gráfica.

Si se tuviera que destacar algo de lo que Gimple ha añadido o aportado serían esas adaptaciones de momentos del cómic a la serie, las frases idénticas y las escenas calcadas. Cosa que muchos fans le agradecemos, sin duda.

También ha traído una nueva forma de contar la historia, con un desarrollo más lento, donde la trama se va esclareciendo por medio de pistas y que, para quedar completamente cerrada, puede alargarse por más de media temporada, o no cerrarse hasta la siguiente, como sucede con el paradero de Beth o la verdad de Terminus, por ejemplo.

Para algunos la forma de desarrollar tan profundamente los personajes y cuidar los detalles de las tramas es magnífica; para otros, es tediosa y aburrida.

¿Yo? Estoy a dos aguas… sinceramente.

De cada Showrunner me quedo con algo bueno, las ideas originales de Darabont, la forma de incluir acción y violencia de Mazzara y los detalles de Gimple.

Creo, puede que porque soy dada a tener esperanza, que Gimple haya tenido que usar esta cuarta temporada para organizar, ajustas y colocar como desea a todos los personajes, para que en la quinta temporada de The Walking Dead, que comienza a rodarse en pocos días, pueda dar rienda suelta a sus ideas e introducir más acción con un ritmo más fluido y dinámico. Eso es lo que quiero creer…

Pero hasta el estreno de la quinta temporada, en este mes de Octubre, no lo sabremos. De momento toca esperar.